8. Medicamentos para dormir
Los medicamentos diseñados para ayudar a dormir, incluidos el zolpidem (Ambien) y la eszopiclona (Lunesta), pueden causar somnolencia o desorientación al día siguiente, afectando el equilibrio.
9. Anticonvulsivos (medicamentos antiepilépticos)
Medicamentos como la fenitoína, la carbamazepina y la gabapentina, utilizados para la epilepsia y el dolor nervioso, pueden interferir con la coordinación motora y la función del oído interno, aumentando el riesgo de caídas.
10. Fármacos de quimioterapia
Algunos agentes quimioterapéuticos, como el cisplatino y la vincristina, son neurotóxicos y pueden dañar los nervios implicados en el equilibrio y la coordinación, lo que provoca mareos o ataxia (marcha inestable).
