Tos o ronquera persistente
Una tos persistente o una ronquera prolongada pueden ser síntomas de cáncer de pulmón o de garganta.
Dificultad respiratoria inusual
Las dificultades respiratorias tras un esfuerzo mínimo pueden ser un signo de cáncer de pulmón o cardiovascular.
Dolor inexplicable
El dolor persistente (óseo, abdominal, torácico) sin causa aparente justifica atención médica.
Cambios en los hábitos intestinales o urinarios
El estreñimiento repentino, la diarrea persistente, la presencia de sangre en las heces o en la orina pueden indicar cáncer del tracto digestivo o urinario.
Dificultad para tragar
Las molestias o la sensación de obstrucción al tragar pueden ser un signo de cáncer de esófago o garganta.Fiebre sin causa aparente
Una fiebre persistente sin una infección identificada puede estar relacionada con cánceres de la sangre como la leucemia.
Sudoración nocturna excesiva
Despertarse empapado en sudor, especialmente si va acompañado de fiebre o pérdida de peso, puede indicar un linfoma.
Náuseas y vómitos frecuentes
Si estos síntomas persisten sin estar relacionados con una infección o intoxicación alimentaria, consulte a un médico.
cambios en la piel
La aparición de nuevas manchas, lunares que cambian de forma, color o tamaño, o llagas que no cicatrizan pueden ser signos de cáncer de piel.
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