¿Te encantan las lentejuelas, el brillo o el satén? Resérvalos para una boda o una fiesta de Nochevieja. En un funeral, los reflejos brillantes de estas prendas llaman la atención de inmediato y pueden resultar inapropiados.
Una blusa dorada, un vestido plateado o incluso un bolso de lentejuelas crean un ambiente festivo, aunque la ocasión requiera modestia y sencillez. Los accesorios deben seguir la misma lógica: opta por joyas delicadas y discretas en lugar de piezas llamativas o con purpurina.
¿Qué colores y prendas debo elegir?
Buenas noticias: no tienes que vestir de negro si no tienes vestido. Si bien sigue siendo la opción más segura y tradicional, existen otras alternativas que funcionan perfectamente.
Para mujer: un vestido sencillo, una falda discreta o un traje en tonos oscuros (azul marino, gris marengo, marrón oscuro). Los cortes deben ser elegantes, pero discretos, sin escotes pronunciados ni detalles demasiado reveladores.
Para hombres: traje oscuro con camisa clara y corbata clásica. El calzado debe ser discreto, sin colores llamativos ni estampados extravagantes.
Para todos: accesorios minimalistas. Un pañuelo pequeño y discreto, un bolso sencillo y joyas finas son más que suficientes.
La idea es dejar todo el espacio para la memoria del difunto, no para su ropa.
La sutileza en el vestir, un gesto silencioso de apoyo.
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