7 razones por las que las personas genuinamente agradables a menudo terminan sin amigos cercanos, según la psicología

5. Se exceden

Como quieren estar ahí para todos, las personas agradables suelen dispersarse demasiado, haciendo malabarismos con la familia, los compañeros de trabajo y las obligaciones sociales. ¿El precio? No tienen el tiempo ni la concentración para construir los lazos más profundos y sólidos que requiere la verdadera amistad.

6. Su amabilidad se confunde con debilidad.
Lamentablemente, la amabilidad constante puede malinterpretarse como pasividad o ingenuidad. Las personas pueden disfrutar de su presencia, pero no los ven como confiables, fuertes o influyentes. Esto los lleva a ser catalogados como “amigos agradables” en lugar de amigos de confianza.

7. Ocultan partes de sí mismos.
A veces, ser amable se convierte en una máscara. Al intentar siempre ser agradables, suprimen aspectos menos “aceptables” de sí mismos: la ira, la tristeza, las peculiaridades e incluso las pasiones. Pero la amistad prospera gracias a la autenticidad. Sin mostrar su verdadero yo, los demás nunca tienen la oportunidad de conectar profundamente con quienes realmente son.