4. Comparándolo con otros
Ya sea con un ex, la pareja de un amigo o una celebridad, las comparaciones duelen y generan resentimiento. Frases como “¿Por qué no puedes ser más como él?” resaltan sus defectos en lugar de celebrar sus virtudes.
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Consejo para solucionarlo: Céntrate en lo que lo hace especial. Elogia sus cualidades individuales: “Me encanta lo considerado que eres, como nadie más lo es”. Esto le levanta el ego y refuerza la dinámica de equipo.
5. Sobrecargarse de quejas sin soluciones.
Desahogarse sin equilibrio en las frustraciones diarias puede convertirte en una fuente de estrés en lugar de apoyo. Los hombres suelen querer arreglar las cosas, por lo que desahogarse constantemente sin encontrar una solución resulta abrumador.
Consejo para solucionarlo: Combina los problemas con aspectos positivos o sugerencias. Di: “Hoy el trabajo estuvo duro, pero pensemos en maneras de relajarnos juntos”. Esto convierte las quejas en momentos de colaboración.
6. Ignorar su necesidad de espacio.
El apego, incluso con buenas intenciones, puede ser asfixiante. Todos necesitamos tiempo para recargar energías: dedicarnos a nuestras aficiones, quedar con amigos o simplemente relajarnos a solas.
Consejo para solucionarlo: Fomente su independencia: “Ve a disfrutar de ese partido con los chicos; yo me pondré al día con mi libro”. La confianza genera seguridad y él apreciará volver con una pareja que respete su autonomía.
7. Olvidar coquetear y mantener viva la chispa
La rutina mata el romance. Si se desvanece la alegría, la relación puede parecer más una amistad que una relación apasionada, lo que hace que el coqueteo externo sea tentador.
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