3. Arañas vasculares (Angiomas de araña)
Las «arañas vasculares» o angiomas son pequeñas acumulaciones de vasos sanguíneos dilatados que aparecen cerca de la superficie de la piel. Aunque son más comunes en el pecho y la cara, también pueden aparecer en los pies y tobillos. Se cree que su desarrollo está relacionado con niveles elevados de estrógeno en la sangre, algo que puede ocurrir cuando el hígado no está metabolizando las hormonas de forma adecuada.
4. Enrojecimiento de las plantas (Eritema plantar)
Similar al eritema palmar (enrojecimiento de las palmas de las manos), el eritema plantar se manifiesta como un enrojecimiento moteado en las plantas de los pies. Al igual que las arañas vasculares, se asocia con cambios hormonales que un hígado dañado no puede regular correctamente, lo que provoca la dilatación de los capilares superficiales.
5. Cambios en las uñas de los piesLas uñas pueden ofrecer pistas importantes sobre la salud del hígado. Presta atención a:
Uñas de Terry: La mayor parte de la uña se ve blanca y opaca, excepto por una delgada banda de color rosado o marrón en la punta.
Leuconiquia: Manchas o líneas blancas en la uña, que pueden indicar una deficiencia de proteínas como la albúmina.
Fragilidad: Las uñas que se rompen o agrietan con facilidad pueden ser un signo de malnutrición asociada a una función hepática deficiente.
6. Talones agrietados y secos
Si bien los talones agrietados pueden deberse a muchas causas, la sequedad persistente y las fisuras profundas que no mejoran con la hidratación convencional podrían estar relacionadas con problemas hepáticos. Un hígado que no funciona bien puede llevar a deficiencias de vitaminas y a una mala circulación, lo que afecta la salud y elasticidad de la piel de los pies.
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