Los riñones ayudan a equilibrar el sodio y el agua en el cuerpo. Cuando este equilibrio se rompe, los tejidos absorben el exceso. Esta hinchazón —llamada edema— suele comenzar de forma leve y luego se hace más visible gradualmente.
Sin embargo, la historia no se trata solo de la apariencia. El siguiente signo no afecta a cómo te ves, sino a cómo se siente tu piel.
5. Sequedad o descamación inusuales.
La piel seca puede afectar a cualquiera. Pero cuando se vuelve constante, produce picazón o se siente “muy fina como el papel”, podría indicar algo más que envejecimiento.
Unos riñones sanos ayudan a mantener el equilibrio adecuado de minerales y nutrientes. Cuando este sistema falla, la piel puede perder aceites naturales e hidratación, lo que provoca sequedad o agrietamiento persistente, incluso con una buena hidratación.Piensa en tu piel como una mensajera. Cuando clama por alivio, vale la pena escucharla con más atención.
Pero ese no es el único cambio de textura que se puede apreciar; el siguiente podría incluso sorprenderte al mirarte en el espejo.
4. Tono de piel amarillento o grisáceo.
Si alguien comenta que «pareces cansado» incluso después de haber dormido toda la noche, puede que no se trate solo de fatiga. A medida que se acumulan toxinas en la sangre, pueden darle a la piel un tono apagado, amarillento-grisáceo; un fenómeno que los médicos a veces denominan «palidez urémica».
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