Perder a un ser querido lo cambia todo. La vida cotidiana, las rutinas, las emociones… Y a menudo, intentamos aferrarnos a lo que queda: objetos, ropa, un aroma, un libro sobre la mesa. Pero no todos los recuerdos materiales son útiles. Algunos, al contrario, pueden dificultar el duelo, manteniendo un vínculo doloroso en lugar de reconfortante.
Sin recurrir a supersticiones ni tabúes, es útil saber qué objetos es mejor evitar tras un fallecimiento. No para olvidar, sino para liberarnos, seguir adelante… y dejar espacio para la serenidad.

Los relojes se detenían en el momento de la muerte.
Este detalle puede parecer trivial, casi poético: un reloj congelado en el instante de la partida. Sin embargo, en muchas tradiciones, este poderoso símbolo representa una detención del tiempo… que puede impedir inconscientemente que una persona avance.

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