La trampa cognitiva que nos engaña a todos
**¿Nuestro error?** Asociar automáticamente «1975» con un año. Sin embargo, este número podría referirse a mil cosas más: un código postal, un número de serie… o **una simple habitación de hospital**. Ahí reside la genialidad de este acertijo: revela hasta qué punto nuestras interpretaciones están condicionadas.
La revelación que lo cambia todo
. ¿La clave? **1975 no es una fecha, sino un lugar.** Esta mujer nació *y* murió en la habitación número 1975, con 22 años de vida entre ambos momentos. **Un ejemplo perfecto de pensamiento lateral**, donde hay que atreverse a salirse de lo común para encontrar la solución.
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