Coliflor asada crujiente

Lave bien la coliflor y séquela con palmaditas. Eliminar el exceso de humedad ayuda a conseguir una textura crujiente al asarla.

Corte la coliflor en ramilletes pequeños. Procure que tengan el mismo tamaño para asegurar una cocción uniforme. Los trozos más grandes pueden tardar más en cocinarse, mientras que los más pequeños se dorarán más rápido.

En un tazón grande, mezcle los ramilletes de coliflor con aceite de oliva, asegurándose de que cada pieza quede bien cubierta. Esto ayuda a que los condimentos se adhieran y favorece el dorado durante el asado.

Espolvoree sal, pimienta negra, ajo en polvo y pimentón sobre los ramilletes, mezclando bien para distribuir los condimentos uniformemente. Añada queso parmesano o chile en hojuelas si prefiere un sabor más intenso.

Extiende la coliflor sazonada en una sola capa sobre la bandeja para hornear preparada. Asegúrate de que los trozos no queden demasiado juntos, ya que esto permite que el aire caliente circule y queden bien crujientes.

Asa la coliflor hasta que los bordes estén dorados y crujientes. Dale la vuelta a la mitad del tiempo de cocción para que se dore uniformemente por todos lados.Cómo hacer
Comience seleccionando una cabeza de coliflor fresca. Para obtener mejores resultados, busque una coliflor firme y blanca, sin manchas oscuras ni imperfecciones.

Lave y seque bien la coliflor. El agua en los ramilletes puede impedir que se doren al asarlos, así que séquelos bien con un paño de cocina.

Corte la coliflor en ramilletes del tamaño de un bocado. Mantener los trozos uniformes garantiza que se asen uniformemente y adquieran una textura consistente.

Coloque los ramilletes en un tazón grande y rocíelos con aceite de oliva. Use las manos o una espátula para remover la coliflor, asegurándose de que cada pieza quede bien cubierta.

Sazona los ramilletes con las especias que prefieras. El pimentón, el ajo en polvo, la sal y la pimienta son opciones clásicas, pero puedes experimentar con curry en polvo, condimento italiano o comino para variar.

Coloque los ramilletes en una bandeja para hornear forrada, espaciándolos para evitar que se amontonen. Esto permite que se asen uniformemente y queden crujientes.

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