Especias para condimentar los alimentos.
Mantequilla o aceite (se recomienda mantequilla)
Una sartén en la que no se pega la comida.
Un utensilio de cocina.
Un plato y un utensilio
Instrucciones
Casca y bate los huevos: Comienza batiendo los huevos en un bol. Añade una pizca de sal y, si quieres que la mezcla quede más cremosa, añade un poco de leche o nata. Puedes añadir leche a los huevos para que queden más cremosos, pero no es necesario. Usa un tenedor para mezclar bien las yemas y las claras. No es necesario batir demasiado; simplemente mezcla todos los ingredientes.
Calienta tu sartén antiadherente a fuego medio-bajo. Agrega aproximadamente media cucharada de mantequilla. Usa solo la suficiente para cubrir el fondo. Deja que se derrita por completo, pero evita que se dore.
Prepara los huevos: Coloca los huevos batidos en la sartén. Deja que se separen durante unos 20 segundos sin que se toquen. Luego, usa una espátula para moverlos de los bordes al centro de la sartén. Continúa removiendo los huevos de esta manera, déjalos reposar un rato y revuélvelos suavemente hasta que estén casi cocidos, pero aún ligeramente líquidos. Esto tomará de 2 a 3 minutos.
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