Consejos:
Estas tortillas se pueden hacer con otras verduras: zapallito, brócoli picado, morrón, o lo que tengas en la heladera.
La harina de avena puede reemplazarse por harina integral o de garbanzo. Incluso podés usar pan rallado.
Si querés una textura más crocante, agregá una cucharada de queso rallado a la mezcla.
Son ideales para acompañar con una cucharada de yogur natural, hummus, guacamole o ensalada fresca.
También se pueden servir frías en una vianda o sándwich vegetal.
Si buscás una versión sin gluten, asegurate de que la avena sea apta o usá harina de arroz.
Se pueden freezar: cocinás todas, dejás enfriar y las guardás en un táper con separadores. Para consumir, calentás a la sartén o al horno.
Si te sobra mezcla cruda, podés usarla en moldes de muffin y hacer mini tortillas al horno.
Una opción práctica y saludable que te resuelve comidas sin complicaciones.
Ricas, livianas y muy fáciles de adaptar según tus gustos.
