¿Y para casos más graves?
Si las manchas persisten a pesar de sus esfuerzos, existen aerosoles limpiadores antimoho disponibles en los supermercados. Elija una fórmula sin lejía, apta para superficies en contacto con alimentos, y siga atentamente las instrucciones. Use guantes para protegerse las manos y, por supuesto, ventile la habitación durante y después del uso.
Una vez finalizado el tratamiento, recuerde enjuagar la lechada y secarla para evitar que la humedad se acumule.
