COVID-19: Entendiendo lo que sabemos después de cinco años

Se necesita más investigación (10/10).
Además, todas las vacunas han mostrado un mayor riesgo de miocarditis y pericarditis (inflamación del músculo cardíaco o de los tejidos que lo rodean), aunque estos eventos siguen siendo raros.

«Se han identificado otros problemas que requieren mayor investigación», afirma la revista.
Los investigadores subrayan que es fundamental realizar una investigación más exhaustiva para comprender plenamente la relación entre la vacunación y estos efectos adversos.

En conclusión,
las vacunas contra la COVID-19 se desarrollaron con urgencia durante una crisis sanitaria mundial.
Tras casi cinco años de datos reales y análisis científicos, comprendemos mejor —aunque esta comprensión sigue evolucionando— los posibles efectos secundarios asociados a estas vacunas.