Apoye la cabeza contra una pared sólida, dejando puertas y ventanas abiertas.
Evite que los pies toquen directamente la puerta.
Es imposible cambiar la posición; coloque una pantalla, un biombo o una planta entre el dormitorio y la puerta.
Mantenga el dormitorio libre de objetos para permitir el flujo del Chi.
¿Superstición o sabiduría ancestral?
No existen estudios científicos que demuestren estas afirmaciones; muchas personas dispuestas a experimentar una mejor calidad de vida, salud emocional y prosperidad siguen estas prácticas. En definitiva, el Feng Shui puede ser una herramienta para la armonía del entorno, sobre todo desde el punto de vista esotérico.
Conclusión:
Lo más impactante de la imagen es que el orden y la ubicación de los muebles influyen en nuestra buena suerte. Una habitación bien ubicada puede ser una forma de almacenar energía, ahorrando más y sintiéndote más tranquilo.
¿Y tú? ¿Cómo compartes tu habitación?
