Cuando fallezca un familiar, nunca tires estas 4 cosas en su funeral

Guárdalo. Haz una copia de seguridad. Quizás lo reproduzcas cuando más lo extrañes.3. Objetos que siempre fueron “suyos”
Quizás su taza favorita, su suéter viejo, sus gafas de leer o incluso la silla en la que siempre se sentaba. No son simples cosas; formaban parte de su vida diaria, y verlos puede evocar recuerdos significativos.

Aunque parezca más fácil deshacerse de las cosas rápidamente, considera conservar algunos de estos objetos. Suelen brindar consuelo más adelante y pueden transmitirse como reliquias sentimentales.

4. Fotos familiares, especialmente las que no tienen etiquetas

En medio de la confusión emocional, a veces tiramos viejos álbumes de fotos o cajas de “caras desconocidas”. Pero esas fotos suelen contener generaciones de recuerdos: abuelos, bisabuelos, momentos de la infancia que solo unos pocos recuerdan.

Aunque no reconozcas a todos en las fotos, consérvalas. Pide a tus familiares mayores que te ayuden a identificar las caras. Podrías descubrir historias familiares que nunca has escuchado y preservarlas para la próxima generación.

En resumen:
El duelo puede hacernos querer limpiar, organizar y empezar de cero, pero ten cuidado. Al intentar seguir adelante, no pierdas las piezas que te ayudan a aferrarte. Lo que hoy parece pequeño podría ser invaluable mañana.

Los funerales no se tratan solo de despedirse. Se tratan de honrar una vida. Y a veces, lo más significativo de ese honor es saber qué conservar.