“Cuando los difuntos aparecen en tus sueños: ¿mensajes o recuerdos?”

Ya sea que uno sea racional o esté abierto a lo invisible, estos sueños tienen algo en común: son profundamente conmovedores. Despiertan emociones intensas, a menudo imposibles de describir. Y quizás ese sea su verdadero propósito: recordarnos lo que importa, lo que se ha vivido, lo que permanece.

Una mente lógica diría que es un mecanismo psicológico. El corazón, en cambio, podría verlo como una señal de amor eterno. ¿Y si ambos tuvieran razón? ¿Y si estos sueños fueran a la vez un reflejo de nuestra memoria y un lenguaje simbólico de la vida misma?

Lo que estos sueños intentan decirnos:
En lugar de intentar explicarlo todo, a veces es más reconfortante escuchar lo que el sueño ha despertado en nuestro interior. ¿Fue paz, nostalgia o una inesperada sensación de calma? Quizás el verdadero mensaje reside ahí: en la emoción sentida, en esa conexión invisible que perdura a pesar de todo.

Estos sueños no son anomalías. Son puentes entre el ayer y el hoy, entre lo que hemos perdido y lo que seguimos amando.

La próxima vez que un ser querido que ha fallecido aparezca en tus sueños, no intentes comprenderlo necesariamente: simplemente acoge ese momento como un susurro del pasado, prueba de que el amor nunca muere.