Medicamentos y suministros médicosCuando la enfermedad ha formado parte del final de la vida, a menudo nos sobran cajas de medicamentos, un tensiómetro, tiritas, un pastillero… A veces los guardamos “por si acaso” o porque no nos atrevemos a tirarlos.
¿Por qué desprenderse de él?
Estos objetos traen consigo recuerdos de sufrimiento y fragilidad. Están fuertemente vinculados a una época difícil y pueden seguir afectando el ambiente del hogar sin que nos demos cuenta. Desecharlos con cuidado (por ejemplo, en la farmacia) también ayuda a aliviar el ambiente emocional del hogar.
Sábanas, almohadas o ropa muy íntimaGuardar una bufanda, un suéter, un cuaderno… ¿por qué no? Pero dormir con las sábanas usadas de la otra persona o usar su ropa interior (aunque esté lavada) es otra historia.
¿Por qué evitar estos artículos?
Conservan una huella física del difunto. Para algunos, esto puede resultar reconfortante… pero para otros, crea un apego difícil de superar. Si estos objetos evocan tristeza o insomnio, podría ser señal de que ha llegado el momento de desprenderse de ellos.
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