En una olla a fuego lento, agrega el agua y la leche.
Añade los ajos molidos y deja que la mezcla hierva.
Una vez que comience a hervir, revuelve constantemente hasta que el líquido se reduzca a la mitad.
Cuela la preparación y endúlzala con miel al gusto.
Es recomendable tomar esta bebida caliente para aprovechar mejor sus propiedades.
Beneficios de la leche de ajo
Alivio del asma: Consumir tres dientes de ajo cada noche puede ayudar a controlar los síntomas del asma y mejorar la respiración.
Mejora del sistema digestivo: Gracias a sus propiedades antisépticas, el ajo contribuye a combatir problemas digestivos como la diarrea, los gases y la mala digestión.
Tratamiento natural para la tos: Sus propiedades antibacterianas ayudan a aliviar la tos. Para potenciar su efecto, se puede combinar con cúrcuma o miel.
Combate el insomnio: El ajo contiene sustancias con efectos relajantes que facilitan el descanso y mejoran la calidad del sueño.
Alivio de la artritis: La leche de ajo puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor en las articulaciones.
Regulación del colesterol: El ajo contribuye a disminuir los niveles de colesterol malo (LDL) y a mejorar la salud cardiovascular.
Mejora de la circulación sanguínea: Su consumo regular favorece la circulación, previniendo enfermedades cardiovasculares.
Prevención de ataques cardíacos e infartos: Al mejorar la circulación y reducir el colesterol, disminuye el riesgo de enfermedades del corazón.
Cuidado del hígado: La leche de ajo ayuda a desintoxicar el hígado y mejorar su función.
Esta bebida natural es una excelente opción para quienes buscan mejorar su salud de forma sencilla y efectiva. Su preparación casera y sus múltiples beneficios la convierten en un remedio tradicional altamente recomendado.
