Pulverización:
Cuando la ralladura esté quebradiza, tritúrala en una batidora o molinillo de especias hasta obtener una textura fina. Para los más exigentes, pasarla por un tamiz refinará aún más el resultado.
Conservación óptima:
Transfiere el polvo a un recipiente hermético (un bonito tarro de especias es ideal) y guárdalo en un lugar fresco y seco. De esta forma, conservará todo su aroma durante varios meses.Deliciosas ideas para usar tu polvo de limón.
Recetas con polvo de limón.
Este condimento casero es la navaja suiza de tu cocina: una pizca basta para transformar cualquier plato. Aquí te cuento mis usos favoritos:
Pastelería: Espolvorearlo sobre tus pasteles, madeleines o cremas dulces les da un toque ácido sutil. ¡Pruébalo en un pastel de yogur, es una delicia!
Platos salados: Realza el pescado, las verduras a la parrilla o la pasta con una ligereza mediterránea. Pruébalo sobre calabacín asado con un chorrito de aceite de oliva…
Bebidas: Una pizca en tu agua con gas, té o cócteles sin alcohol para una versión refrescante y llena de vitaminas.
Salsas y aderezos: Mezclado con miel y mostaza, crea vinagretas originales que dan vida incluso a las ensaladas más sencillas.
¿Lo mejor de todo? Nadie adivinará que este sofisticado condimento viene directamente de tu cocina. ¡El secreto de los grandes chefs ahora es tuyo!
