¿Las causas principales?
Un conjunto de factores, en una pequeña combinación:
Predisposición genética : algunas familias se ven más afectadas.
Peso : cada kilo adicional aumenta la carga sobre la articulación.
Ocupaciones físicas o deportes repetitivos : los trabajos pesados o los movimientos repetitivos favorecen el desperdicio.
Historia de lesiones (fracturas, luxaciones) o enfermedades articulares como poliartritis.
Señales que deberían alertarteRigidez matutina que mejora con el movimiento.
Dolor de cadera al caminar, subir escaleras o levantarse.
Dificultad para calzarse los zapatos, agacharse.
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