Para muchos amantes de los gatos, permitir que su compañero felino se acurruque en la cama por la noche es una rutina muy apreciada. El suave ronroneo y la suave calidez a tus pies son una reconfortante muestra de afecto y confianza.
Aunque este vínculo nocturno pueda parecer inofensivo, puede tener consecuencias inesperadas para tu salud, tu sueño e incluso tus finanzas.
¿Por qué la gente comparte la cama con los gatos?
En países como Estados Unidos, Argentina, Colombia, México y otros, es común que los dueños de mascotas den la bienvenida a sus gatos a sus camas. Esto tiene varios beneficios psicológicos:
Los gatos ofrecen consuelo emocional y alivian la ansiedad.
Su presencia crea una sensación de seguridad, especialmente para quienes viven solos.
La compañía fortalece el vínculo emocional entre la mascota y el dueño.
La oxitocina, la “hormona del amor”, se libera durante estos momentos de cercanía, mejorando el estado de ánimo.
Sin embargo, si bien estos beneficios emocionales son reales, es importante considerar el lado menos agradable de la relación.
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