El Secreto para Cocinar Hígado: Cómo Reducir el Olor y Dejarlo Suave

Evita la sobrecocción: Cocinarlo demasiado lo vuelve seco y duro; lo ideal es sellarlo por pocos minutos.

Agrega condimentos y hierbas: Ajo, cebolla, perejil, comino u orégano ayudan a equilibrar el sabor.

Combínalo con verduras: Saltearlo con cebolla, pimientos o tomate suaviza aún más su gusto.

Conclusión
El hígado puede ser un alimento delicioso si se prepara con el cuidado necesario. Remojarlo, enjuagarlo y cocinarlo en su punto justo son pasos esenciales para reducir el olor, mejorar la textura y disfrutar de un platillo nutritivo y agradable.