Comience pelando y rallando el jengibre fresco para liberar sus aceites y jugos.
En una olla, pon a hervir dos tazas de agua.
Una vez que el agua esté hirviendo, añade el jengibre rallado y déjalo cocer a fuego lento durante 10-15 minutos.
Retirar del fuego y colar el té para retirar los trozos de jengibre.
Si lo desea, agregue miel y unas gotas de limón para obtener más sabor y beneficios.
Sirva caliente y disfrute de su efecto reconfortante.
Otras opciones para aliviar la mucosidad y la flema
Además del té de jengibre, existen otros remedios caseros que puedes considerar:
Inhalaciones de vapor: inhalar vapor de agua caliente puede ayudar a despejar las vías respiratorias y aliviar la congestión.
Infusiones de hierbas: El té de menta o las infusiones de tomillo también son excelentes para aliviar la inflamación y facilitar la respiración.
Hidratación adecuada: beber suficiente agua y otros líquidos es esencial para mantener la mucosidad en una viscosidad manejable.
Consulte con un profesional
Si bien estos remedios caseros pueden ser muy efectivos, es importante recordar que no sustituyen la consulta médica profesional. Si los síntomas persisten o empeoran, es recomendable acudir al médico para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento específico. La salud respiratoria es fundamental y cuidarla es esencial para mantener el bienestar general.
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