En caso de un ataque al corazón, solo tienes unos segundos para salvar tu vida. ¿Qué debes hacer?

¿La ventaja adicional? Incorpora algunos ejercicios de fuerza una o dos veces por semana. Tu corazón (y tus músculos) te lo agradecerán.Deja de fumar
. El tabaco sigue siendo uno de los peores enemigos del corazón. Márcate objetivos graduales, busca alternativas y rodéate de personas positivas que te apoyen. Cada día sin tabaco es un avance.
Controla el estrés diario
. El estrés es un veneno silencioso para el corazón. Aprende a respirar, a relajarte y a desconectar con técnicas sencillas: respiración profunda, meditación, paseos por la naturaleza, actividades creativas… Encuentra tu propio ritual de bienestar que te calme.

Los chequeos regulares con tu médico
(presión arterial, colesterol, prueba de PCR, electrocardiograma si es necesario) te permiten controlar tu salud sin obsesionarte. Más vale prevenir que curar.
En resumen: tu corazón merece cuidados.
No es necesario cambiar radicalmente tu estilo de vida. Unos pocos pasos sencillos, sentido común, un poco de ejercicio y mucho autocuidado son suficientes para proteger tu corazón.

Y sobre todo, en caso de enfermedad, recuerde: llamar a los servicios de emergencia y toser con fuerza puede marcar la diferencia.