Afirma haber participado él mismo en la búsqueda, sin éxito. Sus palabras reflejan tanto resignación como cansancio:
“Mis hijos buscaron a su madre. En algún momento, uno deja de hacerlo. Hoy, si resulta que todavía está viva, será bienvenida a hablar, pero ya no formará parte de nuestras vidas.”Estas declaraciones, aunque sinceras, suscitan interrogantes. ¿Cómo pudo pasar desapercibida una desaparición tan prolongada? ¿Y por qué nadie —ni familiares ni instituciones— se preocupó antes?
Quince años después se reabre la investigación.
El llamamiento a testigos, difundido en los medios belgas, busca ahora recabar cualquier información sobre el paradero de Heidi después de 2010. La policía federal invita a cualquier persona que tenga información a llamar al 0800 30 300 o a completar el formulario en línea.
Lea: Slimane acusado de agresión: el cantante interrogado por la policía en Saint-Étienne
Este caso, tan extraño como trágico, ilustra las posibles deficiencias en el apoyo administrativo y social que se brinda a ciertas familias. Quince años de ausencia total, sin rastro ni denuncia alguna, plantea una pregunta inquietante: ¿cómo pudo desaparecer una mujer, madre de tres hijos, sin que nadie diera la voz de alarma?
