Esta bebida destruye los huesos, pero mucha gente la consume a diario.

Si la ingesta de calcio ya es insuficiente, el efecto será aún peor. Los jóvenes, las mujeres y las personas mayores son especialmente vulnerables.

La limonada tiene un alto contenido de azúcar. Su consumo excesivo favorece la inflamación crónica en el cuerpo, lo que empeora la desmineralización ósea. Además, el azúcar contribuye a la obesidad, que a su vez se asocia con un mayor riesgo de fracturas óseas.

La ecuación es simple: cuantas más bebidas azucaradas consumas, más débiles se volverán tus huesos.4. A menudo sustituyen a las bebidas saludables.
El verdadero peligro reside no solo en lo que bebes, sino también en lo que dejas de beber.

Al consumir refrescos, solemos pasar por alto bebidas ricas en calcio como la leche o las bebidas vegetales enriquecidas. El resultado: una ingesta insuficiente de calcio, esencial para la formación y el mantenimiento de la masa ósea.

Un estudio realizado con adolescentes femeninas también encontró una relación entre el consumo de bebidas carbonatadas y un mayor riesgo de fracturas óseas.