¿Estás comiendo estas 8 verduras cotidianas que podrían dañar silenciosamente tus riñones?


Una investigación del Journal of Renal Nutrition confirma que esta técnica es segura y efectiva para cocinar en casa.

Hábitos diarios rápidos que ayudan a tus riñones sin sentirte limitado
Intente consumir porciones de ½ taza de verduras cocidas o 1 taza de verduras crudas con bajo contenido de potasio por comida.
Cocine dos veces o hierva sus alimentos favoritos con alto contenido de potasio cuando realmente los desee.
Condimente con hierbas, limón, ajo y cebolla en lugar de sal o sustitutos de la sal (muchos contienen potasio).
Beba agua durante todo el día: una hidratación adecuada ayuda a que los riñones eliminen los minerales con mayor facilidad.
La moraleja: pequeños cambios, grandes diferencias
No tienes que renunciar al sabor ni a la nutrición para cuidar tus riñones. Al comprender qué verduras de uso diario requieren más esfuerzo renal, y al usar trucos de cocina sencillos o alternativas más inteligentes, podrás disfrutar de tus comidas con confianza y tranquilidad.

¿Y recuerdan esa verdura popular que mencionamos antes? Es la col rizada cruda en batidos gigantes diarios. Un rápido hervor o salteado la convierte de una posible carga a un alimento beneficioso para los riñones casi al instante.

Preguntas frecuentes
1. ¿Puedo seguir comiendo espinacas si tengo problemas renales?
Sí, con moderación y preferiblemente después de hervirlas para reducir el potasio y los oxalatos

2. ¿Son las verduras enlatadas más seguras para los riñones?
Elija latas sin sal añadida o bajas en sodio y enjuáguelas bien con agua corriente para eliminar el exceso de potasio que se filtra en el líquido.3. ¿Cómo sé si una verdura tiene un alto contenido de potasio?
Como regla general, las verduras de hoja verde, las raíces y cualquier alimento horneado o hervido sin filtrar suelen tener un contenido más alto. En caso de duda, consulte fuentes confiables sobre dietas para la función renal o consulte a su dietista.

Aviso legal: Este artículo es solo informativo y no sustituye el consejo médico profesional. Consulte siempre a su médico o a un nutricionista certificado antes de realizar cambios en su dieta, especialmente si padece enfermedad renal crónica o está en diálisis.