riesgos cardiovasculares
El consumo prolongado de refrescos se ha relacionado con un aumento de la presión arterial, el colesterol LDL (“malo”) y las enfermedades cardiovasculares. Los estudios demuestran que consumir un refresco al día aumenta en un 20 % el riesgo de sufrir un infarto o una muerte por causas cardíacas.
Alternativas para huesos sanos
Sustituir los refrescos por bebidas ricas en calcio, como la leche o alternativas vegetales fortificadas, favorece la salud ósea, sobre todo en niños y adolescentes. El agua mineral con gas, también rica en calcio, es una excelente y segura opción de hidratación.
Riesgo de gota
Las bebidas azucaradas aumentan los niveles de ácido úrico, un importante factor de riesgo para la gota. La fructosa estimula su formación, y el consumo regular de refrescos aumenta el riesgo de gota en un 75 % en mujeres y en casi un 50 % en hombres.
¿Qué puedo beber en lugar de refresco?
Aunque los refrescos puedan parecer un placer inocente, sus efectos a largo plazo en la salud son graves. Desde obesidad y diabetes hasta problemas óseos y cardíacos, ofrecen poco más que un sabor dulce.
Sustituirlos por agua, infusiones o bebidas ricas en calcio puede mejorar la salud general y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Los mejores sustitutos de los refrescos
Agua sin gas
La mejor opción para hidratarse: sin calorías, azúcares ni aditivos.
Agua mineral
Rico en minerales como el calcio y el magnesio.
agua alcalina
Puede ayudar a equilibrar el pH y a favorecer la función renal, especialmente si tiene riesgo de padecer gota.
Agua con aditivos naturales
Añade rodajas de limón, pepino, jengibre o hojas de menta. Refrescante y sin azúcar.
Tés de hierbas (calientes o fríos)
Menta, manzanilla, melisa, romero y otros – sin cafeína ni azúcar, con efecto calmante.
Té de hibisco o de rosa mosqueta (frío)
Rico en antioxidantes, con un sabor ligeramente ácido y refrescante.
Bebidas de frutas caseras sin azúcar
Elaborado con arándanos rojos, grosellas negras o aronia, diluidos con agua; fuente de vitaminas.
Agua de coco (natural)
Hidrata eficazmente y contiene electrolitos naturales; ideal después del ejercicio físico.
Kéfir y bebidas probióticas (sin azúcar añadido)
Mantienen la microflora intestinal y facilitan la digestión.
Leches vegetales enriquecidas con calcio (sin azúcar)
Almendras, avena, soja y otras: alternativas útiles a la leche para la salud ósea.
Consejo
Lee las etiquetas: evita las bebidas que contengan azúcares añadidos, edulcorantes, colorantes y aromatizantes.
