Un Símbolo de Resiliencia y Comunidad
La cicatriz de la vacuna no es solo un recordatorio físico; representa la resiliencia y el cuidado colectivo de una generación. En una época en que el miedo a enfermedades infecciosas era elevado, los padres llevaban a sus hijos a recibir sus vacunas para protegerlos. Hoy en día, algunos de estos niños crecen y se convierten en adultos, en muchos casos, en apasionados del rock y defensores de la salud pública y la conciencia social.
Esta cicatriz puede verse como un reflejo de la lucha colectiva.
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