Las 8 mejores hierbas que pueden ayudar a prevenir y combatir el cáncer de forma natural

1. Cúrcuma: El Guardián Dorado
Cuando Sarah, una maestra de 50 años de Texas, empezó a añadir cúrcuma a sus batidos diarios, notó algo inesperado: menos dolor en las articulaciones y más energía. La cúrcuma debe su color intenso y su reputación por sus beneficios para la salud a la curcumina, un compuesto ampliamente estudiado por su potencial antioxidante y antiinflamatorio.

La curcumina puede ayudar a suprimir el crecimiento de células anormales y a reforzar el sistema inmunitario. Para potenciar su absorción, combina la cúrcuma con pimienta negra; esto aumenta su biodisponibilidad hasta en un 2000 %. Espolvoréala sobre verduras asadas, añádela al té o incorpórala a sopas para darles un sabor cálido y terroso.

2. Jengibre: La sanadora ardiente
Ese picor intenso y reconfortante que se siente con el jengibre no es solo sabor, sino también propiedades medicinales. El gingerol, su compuesto activo, puede ayudar a proteger las células del estrés oxidativo y la inflamación. Algunos estudios sugieren que el jengibre puede contribuir a reducir las náuseas, mejorar la digestión y mantener una comunicación celular saludable.

Thomas, de 62 años, quien comenzó a tomar té de jengibre a diario después de la quimioterapia, compartió: “Sentí como si mi cuerpo se calmara desde adentro hacia afuera”. El calor reconfortante del jengibre se puede agregar a tés, salteados o batidos; un pequeño ritual con un gran potencial.

3. Ajo: El antiguo protector
Pocos alimentos han sido tan estudiados como el ajo. Sus compuestos de azufre, en particular la alicina, pueden ayudar al organismo a neutralizar toxinas e inhibir el crecimiento de células dañinas. En el antiguo Egipto, el ajo era apreciado por su fuerza y ​​resistencia; hoy en día, se reconoce su potencial para fortalecer el sistema inmunitario y desintoxicar el organismo.

El ajo crudo o ligeramente cocido conserva la mayor cantidad de compuestos activos. Prueba a machacarlo y dejarlo reposar 10 minutos antes de cocinarlo; esto activa sus enzimas beneficiosas. Es pequeño, potente y demuestra que, a veces, el poder reside en la sencillez.

4. Té verde: El guerrero de la calma
Seguramente has oído que el té verde es rico en antioxidantes, pero un compuesto destaca especialmente: el EGCG (galato de epigalocatequina). Las investigaciones sugieren que puede ayudar a bloquear el daño causado por los radicales libres y favorecer los procesos de reparación del organismo.

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