Vierta la mezcla de agua y azúcar en la licuadora y agregue las dos tazas de leche en polvo.
Batir durante tres minutos hasta obtener una mezcla homogénea. Transferir la leche condensada a un recipiente y dejar enfriar.
Una vez fría, métela en el refrigerador unas horas para que alcance la consistencia ideal.
Consejo extra:
Cuando la leche condensada casera está en el refrigerador, es normal que se forme un poco de espuma en la superficie. Si lo prefieres, puedes retirarla con una cuchara, pero no es necesario.
No afecta el sabor ni la consistencia de la leche condensada. Y si solo quieres preparar una lata de leche condensada, ¡simplemente reduce la cantidad a la mitad!
Prepara esta receta en casa y descubre lo fácil y delicioso que es tener siempre leche condensada casera a mano. ¡No olvides compartirla con tus familiares y amigos y dejarme tu opinión en los comentarios! ¡Un abrazo y nos vemos en la próxima receta!
