Cómo cambia la vagina con el tiempo
Como cualquier otra parte del cuerpo, la vagina envejece. Desde la pubertad hasta el embarazo y la menopausia, su estructura y función se adaptan en respuesta a los cambios hormonales.
Durante la menstruación: Los altos niveles de estrógeno mantienen el revestimiento vaginal grueso y elástico.
Durante el embarazo: Aumenta el flujo sanguíneo, los tejidos se relajan y la vagina se prepara para el parto. Después del parto: La vagina se estira considerablemente, pero suele recuperar su forma entre 6 y 12 semanas después del parto.
Después de la menopausia: Los niveles de estrógeno disminuyen, lo que provoca que las paredes vaginales se adelgacen, se sequen y disminuya la lubricación natural. Esto puede causar molestias durante las relaciones sexuales y aumentar el riesgo de irritación o infección.
A pesar de estos cambios, la vagina sigue siendo un órgano fuerte y con capacidad de autorregulación, capaz de sanar y adaptarse a lo largo de la vida de la mujer.
El ciclo menstrual y los cambios vaginales
Tu vagina no permanece igual día a día; cambia a lo largo de tu ciclo:
Los niveles de estrógeno alcanzan su punto máximo, el cuello uterino se eleva, se ablanda y las paredes vaginales se engrosan.
El cuello uterino se abre para permitir la entrada de los espermatozoides y el flujo vaginal se vuelve transparente y elástico para facilitar la fertilidad.
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