3. Dormir mal: el destructor oculto de la memoria
Dormir poco causa mucho más que cansancio. Interrumpe el ciclo de limpieza nocturna del cerebro, debilita el procesamiento de la memoria y aumenta el estrés oxidativo. Un sueño profundo y constante es esencial para la estabilidad mental.
4. Alcohol diario: el peligro subestimado
Incluso el consumo moderado de alcohol, cuando se consume con regularidad, perjudica la comunicación neuronal y ralentiza la renovación cerebral. Los especialistas enfatizan que el daño cerebral no comienza con el consumo excesivo de alcohol; la repetición por sí sola puede ser suficiente. Reducir el consumo le da tiempo al cerebro para recuperarse.
