5. Promueve una digestión saludable
Otro de los grandes beneficios de la cebolla es su aporte de fibra prebiótica, especialmente inulina, que nutre las bacterias beneficiosas del intestino. Estas bacterias mejoran la absorción de nutrientes y fortalecen el sistema digestivo.
Además, la cebolla estimula la producción de jugos gástricos, lo que facilita la digestión de las comidas más pesadas. Comer cebolla regularmente puede ayudarte a mantener una flora intestinal equilibrada y a prevenir problemas como el estreñimiento o la hinchazón abdominal.
6. Ayuda a regular el azúcar en la sangre
Distintos estudios han demostrado que los compuestos azufrados y la quercetina presentes en las cebollas pueden contribuir a reducir los niveles de glucosa en sangre.
Esto resulta especialmente beneficioso para personas con diabetes tipo 2, ya que mejora la sensibilidad a la insulina y favorece un mejor control glucémico. Integrar cebolla en una dieta equilibrada puede ser una estrategia natural para mantener el azúcar bajo control.
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