Es importante usar vinagre blanco destilado, ya que contiene ácido acético, el ingrediente activo responsable de su poder limpiador. A diferencia de otros tipos de vinagre, como el de manzana, el vinagre blanco es incoloro y no mancha las toallas.
2. ¿Por qué el vinagre es tan efectivo?
El vinagre es tan efectivo gracias a su acidez, que ayuda a disolver los depósitos minerales y los residuos de detergente que se acumulan en las toallas con el tiempo. Estos residuos suelen ser los responsables de que las toallas se sientan rígidas y huelan a humedad. Al disolver estos depósitos, el vinagre restaura la suavidad y la capacidad de absorción natural del tejido.
Además, el vinagre actúa como un desodorizante natural, neutralizando los olores en lugar de enmascararlos. Esto lo convierte en una excelente alternativa a los suavizantes de telas sintéticos, que a menudo contienen fragancias que pueden irritar la piel sensible.
3. Su sencillo proceso de aplicación:
Usar vinagre para refrescar tus toallas es increíblemente fácil. Empieza lavando las toallas como de costumbre con tu detergente habitual. Una vez finalizado el ciclo de lavado, añade media taza de vinagre blanco al ciclo de enjuague. Puedes hacerlo vertiendo el vinagre directamente en el compartimento del suavizante de la lavadora o, si tu lavadora no tiene uno, directamente en el tambor.
Tras el enjuague, seca las toallas como siempre. Notarás que salen de la secadora con un aroma fresco y una textura suave, sin ningún olor a vinagre.
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