SIGUE LEYENDO EN LA SIGUIENTE PÁGINADesde una perspectiva fisiológica, el cuerpo humano necesita una temperatura más baja para favorecer la secreción de melatonina, una hormona importante que regula el sueño. Además, la temperatura del agua no debe ser demasiado alta para evitar estimular el sistema nervioso y aumentar el estado de alerta.
4. Después del ejercicio.
Tras el esfuerzo físico, el cuerpo suda profusamente. Muchas personas prefieren ducharse inmediatamente para eliminar el sudor.
Sin embargo, durante el ejercicio, la frecuencia cardíaca y la presión arterial aumentan, el flujo sanguíneo aumenta drásticamente y el cuerpo entra en un estado de “lucha o huida”. Ducharse justo después de hacer ejercicio, especialmente una ducha fría, puede causar una constricción repentina de los vasos sanguíneos. Esto afecta negativamente la circulación sanguínea y puede provocar problemas cardiovasculares e incluso un derrame cerebral.
Además, el cuerpo necesita tiempo para desintoxicarse mediante el sudor y disipar el calor a través de la piel después de la actividad física para regular la temperatura corporal. Bañarse inmediatamente después del ejercicio, especialmente si es caliente, puede interrumpir el proceso natural de enfriamiento del cuerpo y aumentar la tensión en el sistema cardiovascular. Por lo tanto, es mejor refrescarse y descansar adecuadamente después del ejercicio intenso para que la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal se normalicen gradualmente antes de bañarse.
