1. Crecimiento de bacterias y moho
La orina puede ser estéril al salir del cuerpo, pero las duchas crean un ambiente cálido y húmedo que favorece el crecimiento de bacterias y moho. En las mujeres, las salpicaduras de orina pueden introducir bacterias en la zona vaginal, lo que podría provocar infecciones del tracto urinario o candidiasis vaginal.
2. Problemas de higiene
Las duchas son para la higiene, no para eliminar desechos. La orina puede mezclarse con restos de jabón, suciedad y otros residuos, creando una superficie sucia. Si compartes el baño, este hábito también podría exponer a otras personas a gérmenes.
3. Riesgos para la salud del suelo pélvico
Orinar de pie o en cuclillas puede impedir el vaciado completo de la vejiga, lo que podría provocar:
– Problemas de retención urinaria
– Mayor riesgo de infecciones urinarias
– Debilitamiento de los músculos del suelo pélvico con el tiempo
4. Posible irritación de la piel
La orina contiene amoníaco y urea, lo que puede provocar irritación de la piel, especialmente en personas con piel sensible.
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