Agregue el queso y revuelva hasta que estén bien cubiertas.
Forme bolitas pequeñas con la mezcla.
Reboce cada bolita con hojuelas de maíz trituradas para que queden doradas y crujientes.
Caliente el aceite a 180 °C (350 °F) y fría hasta que estén crujientes y doradas, de 6 a 7 minutos.
Escurra sobre papel absorbente y sirva caliente.
Estos buñuelos de queso son crujientes y perfectos para mojar o servir como un divertido refrigerio para fiestas.
Consejos para las mejores papas fritas con queso
: Usa papel vegetal: esto evita que se peguen y facilita la limpieza.
No llenes demasiado la sartén. Deja suficiente espacio para que las papas se doren uniformemente.
Mezcla los quesos. Una combinación de mozzarella (para que se derrita) y cheddar (para darle sabor) da los mejores resultados.
Sirve inmediatamente. Las papas fritas con queso están mejores cuando aún están calientes y ligeramente masticables.
Un bocadillo que vale la pena probar:
Estas papas fritas con queso son un auténtico placer en cada bocado: bordes dorados y crujientes, un centro esponjoso y esa irresistible capa de queso derretido que te hace cerrar los ojos y suspirar.
Son perfectos para compartir, pero sinceramente, no te sorprendas si quieres el plato entero para ti solo. Porque a veces, la mayor felicidad es un plato repleto de papas fritas, queso derretido encima y sin motivo para conformarte con un solo bocado.
