Extiende el segundo trozo de masa hasta formar un rectángulo de 40×28 cm. Mantenlo en el refrigerador mientras preparas la tarta.
Vierte el relleno de manzana (y su jugo) sobre la base del molde. No te preocupes si las manzanas quedan amontonadas, ya que se encogerán al hornearse.
Coloque la segunda masa sobre las manzanas. Recorte ambas capas de masa para que sobresalgan del molde unos 1,9 cm. Doble los bordes para sellar.
Pincele la base de la masa con crema espesa o huevo batido. Con un cuchillo afilado, haga varios cortes de 2,5 cm en la masa para que escape el vapor durante el horneado.
Coloque el molde para tarta sobre una bandeja para hornear más grande para recoger cualquier derrame. Hornee durante 40-45 minutos, hasta que la corteza esté dorada y el relleno burbujee por las ranuras.
Deje enfriar el pastel sobre una rejilla durante al menos 45 minutos antes de cortarlo y servirlo.