Hornear el pastel
Engrasa y enharina un molde desmontable de 22 cm (aproximadamente). Vierte la masa en el molde y alisa la superficie. Para un efecto caramelizado, espolvorea con azúcar moreno y rocía con mantequilla derretida. Hornea de 35 a 40 minutos. Comprueba la cocción: al insertar un cuchillo en el centro, este debe salir limpio. Deja enfriar en el molde durante unos diez minutos antes de desmoldar con cuidado sobre una rejilla.
Disfrutar
Sírvelo tibio para que esté bien jugoso, o frío si prefieres una textura más firme. Acompáñalo con una bola de helado de vainilla, crema inglesa o una cucharada de nata montada casera. Un toque de azúcar glas por encima lo hace aún más apetecible. También está delicioso para el desayuno, la merienda o incluso como postre ligero después de una comida abundante.
Preparación paso a paso
Preparar las manzanas
Comienza precalentando el horno a 180 °C (350 °F). Pela las manzanas, quítales el corazón y córtalas en trozos pequeños o rodajas finas, según prefieras. Rocíalas ligeramente con zumo de limón para evitar que se oxiden mientras esperas a que se horneen. Azúcar moreno
Preparar la masa
En un bol grande, batir los huevos con el azúcar y el azúcar de vainilla hasta obtener una mezcla ligera y esponjosa. Incorporar la mantequilla derretida, la leche y el ron (si se usa). Mezclar bien. Añadir la harina tamizada, la levadura en polvo, una pizca de sal y la canela. Trabajar la masa hasta que esté suave y homogénea. Agregar los trozos de manzana y mezclar suavemente para distribuirlos uniformemente.
Hornear el pastel
Engrasa y enharina un molde desmontable de unos 22 cm. Vierte la masa en el molde y alisa la superficie. Para un efecto caramelizado, espolvorea con azúcar moreno y rocía con mantequilla derretida. Hornea de 35 a 40 minutos. Comprueba la cocción: al insertar un cuchillo en el centro del pastel, este debe salir limpio. Deja enfriar en el molde unos diez minutos antes de desmoldar con cuidado sobre una rejilla.
Disfrutar
Sírvelo tibio para que esté bien jugoso, o frío si prefieres una textura más firme. Acompáñalo con una bola de helado de vainilla, crema inglesa o una cucharada de nata montada casera. Un toque de azúcar glas por encima lo hace aún más apetecible. También está delicioso para el desayuno, la merienda o incluso como postre ligero después de una comida abundante.
Preguntas frecuentes sobre la increíble tarta de manzana
Lee más en la página siguiente. ¿Qué variedad de manzana deberías elegir?
Golden por su dulzor, Reine des Reinettes por su acidez, Pink Lady por su equilibrio dulce-ácido.
¿Puedo sustituir la mantequilla?
Sí, puedes usar aceite neutro o margarina derretida. Esto alterará ligeramente el sabor y la textura.
¿Es esencial el ron?
No, pero le aporta una profundidad aromática muy agradable. Puedes sustituirlo por extracto de vainilla.
¿Cómo debo conservar este pastel?
Se puede conservar durante 3 días a temperatura ambiente en un recipiente hermético. También se puede congelar.
¿Se pueden añadir otras frutas?
Sí, las peras, las pasas o los trozos de nueces combinan muy bien con la receta.
¿Se puede preparar sin gluten?
Sí, sustituyendo la harina por una mezcla sin gluten apta para hornear.
¿De verdad es necesario añadir azúcar moreno por encima?
No es obligatorio, pero le da una corteza ligeramente caramelizada que es absolutamente divina.
¿Cómo conseguir un pastel aún más esponjoso?
Para una mayor cremosidad, añade un poco de nata líquida o yogur natural a la masa.
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Conclusión
Este irresistible pastel de manzana es mucho más que un postre: es una promesa de confort, dulzura y compartir. Fácil, rápido y versátil, merece un lugar en toda cocina, en toda mesa, en toda época del año. Su aroma a vainilla, sus manzanas tiernas que se deshacen en la boca y su textura ligera lo hacen inolvidable. Es el tipo de pastel que preparas una vez y todos te lo piden una y otra vez. Pruébalo y entenderás por qué.
