Algunos tratamientos pueden cambiarlo todo radicalmente.Los antibióticos, los suplementos dietéticos (sobre todo los que contienen proteínas o ácidos grasos omega-3) e incluso algunas píldoras anticonceptivas pueden alterar el equilibrio natural del cuerpo. A veces es sutil: un ligero cambio en el olor, una sensación de una pequeña variación inusual. De nuevo, no hay de qué preocuparse si es ocasional. Si el fenómeno persiste o se acompaña de otros síntomas (irritación, flujo vaginal anormal, etc.), una consulta con su médico le tranquilizará.
Nuestros consejos para mantener una sensación de frescuraHigiene suave pero regular: basta con limpiarse diariamente con agua tibia y un producto adecuado. Evita frotar en exceso o usar varios productos perfumados, ya que esto puede irritar la zona.
Ropa interior de algodón: elige modelos cómodos y transpirables. Evita las telas sintéticas, sobre todo en verano o con calor.
Escucha a tu cuerpo: un flujo abundante, un olor fuerte o molestias son señales de alerta. Es mejor consultar a un médico cuanto antes que ignorar molestias leves.
Sentirte bien contigo misma también significa aprender a escuchar tu cuerpo y cuidarlo con suavidad.
