Signos de alarma: fiebre persistente, diarrea con deshidratación, tos que empeora.
Cómo reducir el riesgo: vacunas al día (influenza, neumococo, COVID-19, según corresponda), pautas estrictas de higiene, agua embotellada y elegir alojamientos con buena ventilación y limpieza.
4) Caos en la medicación al cruzar zonas horarias.
¿Qué sucede? El cumplimiento de los horarios es fundamental para medicamentos como anticoagulantes, insulina, antihipertensivos o medicamentos para la tiroides. El cambio de zona horaria provoca omisiones o dosis duplicadas.
Riesgos: sangrado o trombosis por anticoagulantes mal dosificados; hipo/hiperglucemia; descompensación tiroidea.
Cómo reducir el riesgo: un plan de ajuste de horario escrito y validado por su médico, un organizador de pastillas con alarmas, medicamentos siempre en el equipaje de mano y recetas digitales traducidas.
5) Más caídas y confusión en entornos desconocidos.
¿Qué sucede? Hoteles y calles desconocidos (iluminación, escaleras, suelos resbaladizos) + jet lag = triplicación del riesgo de caídas. El esfuerzo cognitivo adicional reduce la atención.
Cómo reducir el riesgo: Permanezca en la planta baja o use un ascensor, apóyese en las barras del baño, use zapatos antideslizantes, asegúrese de tener una ruta despejada al baño por la noche y use un bastón o un andador si ya usa uno.
6) Impacto económico y logístico de una emergencia en el extranjero
Qué sucede: Cobertura limitada para condiciones preexistentes, pagos por adelantado, barreras lingüísticas y evacuaciones médicas muy costosas.
