Protege el corazón, mejorando la circulación sanguínea.
Mantiene la piel hidratada, retrasando arrugas y resequedad.
Ayuda a regular la presión arterial.
Favorece la pérdida de peso al controlar el apetito.
Reduce la acidez estomacal y mejora la digestión.
Alcaliniza el organismo, combatiendo la inflamación.
Mejora la salud del hígado, ya que estimula la limpieza natural.
Aumenta la elasticidad muscular y articular.
Favorece la circulación linfática, esencial para la defensa del cuerpo.
Promueve el bienestar general, aportando vitalidad y claridad mental.
Cómo tomar agua en ayunas correctamente
Cantidad recomendada: entre 500 ml y 700 ml (2 a 3 vasos) al despertar.
Temperatura ideal: tibia o a temperatura ambiente; el agua muy fría puede causar molestias digestivas.
Forma de hacerlo: beber lentamente, en pequeños sorbos, dejando que el cuerpo se hidrate de manera gradual.
Tiempo de espera: esperar al menos 30 minutos antes de desayunar para que el organismo aproveche el efecto depurativo.
Recetas sencillas de agua en ayunas con beneficios extra
Aunque el agua sola ya es poderosa, puedes potenciar sus efectos con ingredientes naturales:
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