El agua con aditivos (limón, vinagre, etc.) debe usarse con moderación para evitar irritaciones gástricas en personas sensibles.
ConclusiónBeber agua inmediatamente después de despertar en ayunas es un hábito simple pero con un impacto profundo en la salud. Nos rehidrata, limpia el organismo, activa la digestión y fortalece el sistema inmune. Además, es un aliado para la piel, la mente y el corazón.
Convertir este gesto en parte de tu rutina matutina te dará vitalidad, energía y bienestar a lo largo del día. Acompañarlo de ingredientes naturales como limón, miel o jengibre multiplica sus beneficios, siempre con moderación y sentido común.
En un mundo donde abundan las soluciones complicadas y costosas, este pequeño hábito nos recuerda que la salud empieza con lo más simple: un vaso de agua al despertar.
