Fatiga persistente
, goteo nasal
, tos seca
, dolor de cabeza
, dolor de garganta y
fiebre leve.
Nada alarmante a primera vista, pero eso es precisamente lo que dificulta la detección de este virus.
Los síntomas digestivos y cutáneos a menudo se ignoran.
La COVID-19 no solo ataca los pulmones. También afecta el estómago. Cada vez más personas sufren náuseas, dolor abdominal e incluso diarrea. Es similar a la gastroenteritis… pero dura varios días, o incluso semanas.
Y eso no es todo: el virus también puede manifestarse en la piel. Algunas personas experimentan
enrojecimiento,
erupciones
y ligeros sabañones en los dedos de las manos o de los pies.
Estos son signos sutiles, pero no deben subestimarse, ya que pueden indicar una inflamación más generalizada en el cuerpo.
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