Una mirada familiar, una voz que creías no volver a oír, un instante suspendido en el tiempo… ¿Alguna vez has soñado con un ser querido fallecido y has despertado conmocionado, pero extrañamente en paz? Tras estos peculiares sueños quizás se esconde algo más que un simple recuerdo. ¿Podría ser una forma de que nuestra mente —o algo completamente distinto— nos envíe un último mensaje? ¿
Por qué soñamos con personas fallecidas?

Perder a un ser querido es una experiencia profundamente angustiosa. Cada uno vive el duelo a su manera: algunos lloran con libertad, otros lo reprimen todo, como si la emoción estuviera atrapada en algún lugar… A veces, es durante la noche cuando todo sale a la luz. Cuando nuestra mente consciente baja la guardia, el subconsciente se expresa sin filtros.

Soñar con una persona fallecida, lejos de ser inusual, es en realidad una experiencia común. Puede ser un recuerdo que resurge, una situación sin resolver o simplemente una intensa necesidad emocional. De hecho, el cerebro tiene una capacidad extraordinaria para transformar nuestros anhelos en imágenes oníricas.

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