Los temas de estos sueños suelen ser similares: recuerdos felices, conversaciones apacibles o incluso mensajes tranquilizadores como “Estoy bien”. Todo parece diseñado para consolar a los dolientes.
¿Cómo reconocer una verdadera visita de ensueño?
Según la psicóloga Jennifer E. Shorter, especializada en sueños relacionados con el duelo, varias señales pueden ayudar a identificar un sueño sobre una visita:
El difunto parece como si estuviera vivo, a veces incluso más joven o sano.
Transmite un mensaje sencillo, a menudo tranquilizador.
El sueño deja una impresión de paz y dulzura, como una burbuja de calma.
Y, sobre todo, deja una huella imborrable: al despertar, se recuerda cada detalle.
Estos sueños pueden ocurrir justo después de la pérdida… o años después. No hay un patrón. Pero parecen llegar justo cuando más los necesitamos.
¿Un mensaje o recuerdo reconfortante?
Entonces, ¿son estos sueños prueba de una vida después de la muerte? ¿O simplemente una magnífica capacidad de nuestra mente para consolarnos? Cada uno es libre de creer lo que le resuene. Lo cierto es que estos sueños tocan algo profundo, algo universal. Prueba, quizás, de que el amor sigue vivo, incluso cuando la persona ya no está con nosotros.
