Añade los pimientos rojos y amarillos picados a la sartén y cocina de 3 a 4 minutos más, hasta que estén tiernos pero aún brillantes. Los pimientos aportan un sabor dulce y ligeramente ácido que complementa la riqueza de la salsa de queso.
Retire las verduras de un lado de la sartén y agregue la carne molida al lado vacío. Cocine la carne hasta que esté dorada y desaparezca el color rosado, deshaciéndola con una espátula mientras se cocina. Esto debería tomar de 6 a 8 minutos. Asegúrese de que la carne esté bien deshecha para distribuir uniformemente el gratinado de pasta.
Incorpore la pasta de tomate, el orégano, la sal y la pimienta. Cocine durante 2 minutos más para que los sabores se integren. La pasta de tomate aporta un sabor ácido y concentrado que realza las notas saladas de la carne.4. Montaje de la pasta gratinada
Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
En un tazón grande, combine la pasta cocida, la mezcla de carne y la salsa de queso. Mezcle bien para que la pasta quede uniformemente cubierta con la salsa y la carne. Este paso garantiza que cada bocado sea sabroso y contundente.
Vierta la mezcla en ramequines individuales aptos para horno o en una fuente grande para hornear, según prefiera. Asegúrese de que la mezcla se distribuya uniformemente en la fuente para una cocción uniforme.
⏩continúa en la página siguiente⏩
