A diferencia de los cubitos de hielo clásicos, esta versión infusionada proporciona una sensación revitalizante, ideal para el final del día. Su efecto refrescante revitaliza suavemente la piel, la relaja después de un largo día y proporciona una luminosidad radiante al instante.
Cómo preparar tus cubitos de hielo perfumados:
Calienta un vaso de agua con clavos de olor durante unos minutos.
Deja enfriar, cuela y vierte el contenido en una cubitera.
Congélalo.
Modo de empleo:
Envuelve un cubito de hielo en un paño suave y pásalo suavemente sobre el rostro limpio durante un minuto.
Deja que tu piel disfrute de la sensación fresca y relajante sin necesidad de frotar.
Un paso rápido pero muy efectivo para una piel fresca al instante.
Paso 2: Tónico casero con agua de arroz y clavo
El agua de arroz ha sido un elemento básico en muchas rutinas tradicionales desde hace mucho tiempo. Combinada con infusión de clavo, se convierte en una bruma ligera y fresca, ideal para preparar la piel antes del cuidado nocturno.
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